En 1976, Jean Hervé empezó a elaborar purés de almendras y tahini para alimentar a su familia vegetariana. Con el paso de los años, la empresa creció y se amplió la gama de productos destinados a complementar las dietas vegetarianas, apoyar a los organismos debilitados y satisfacer a los gourmets en busca de sabores auténticos.

Los frutos secos utilizados son naturalmente ricos en proteínas, vitamina B, minerales y oligoelementos. La elaboración tradicional de Jean Hervé continúa con el secado al fuego de leña y la molienda a baja temperatura con una muela de piedra.

Estos métodos hicieron famoso a Jean Hervé y permitieron que la marca se desarrollara en Francia y Europa. Los hijos de Jean Hervé continúan su legado preservando estos métodos artesanales y rechazando procesos industriales rápidos y homogéneos.

La empresa combina la artesanía para la fabricación y la industria para el embalaje, con el fin de mejorar la racionalidad y la productividad. Con un equipo de 38 personas en 2015, la empresa promueve la contratación local para apoyar la economía regional y reducir los desplazamientos de los empleados.